estres oxidativo


Los radicales libres se producen continuamente en el organismo a través de reacciones bioquímicas, originadas por el metabolismo normal de las células, en reacciones inflamatorias controladas o como respuesta a la exposición de radiaciones ionizantes, rayos ultravioletas (corredores bajo el sol), contaminación ambiental, humo de cigarrillos, isquemia o ejercicio excesivo. Esta situación ocurre regularmente en procesos relacionados con cierto grado de inflamación (recordemos que el ejercicio implica cierto grado de inflamación que bien dosificado provoca cambios deseables).

El estrés oxidativo es una circunstancia muy conocida por el área de la salud en la ultima década. Particularmente, en el ejercicio cobra una vital importancia debido a que se requiere un alto consumo de oxígeno y, por ende, que se genere gran cantidad de radicales libres.

La realización de ejercicio en forma extenuante puede generar la aparición de moléculas que presentan uno o más electrones no pareados (radicales libres); es decir, con alta afinidad para afectar a otras moléculas simples o complejas. La mayor parte de la producción de estos radicales en las células provienen de las enzimas asociadas al ácido araquidónico (relacionado íntimamente con el proceso de inflamación)

La presencia de estas especies de oxígeno reactivo pueden lesionar macromoléculas como el DNA , hidratos de carbono, lípidos y proteínas. Asimismo, el daño a lípidos o proteínas pueden afectar la membrana (lípidos) elementos estructurales (proteínas) o el núcleo mismo de la célula (DNA) que llevaría a su vez al daño del tejido.

El exceso de radicales libres suele iniciar el daño de la pared vascular y en este proceso se encuentra implicado el colesterol de LDL (comúnmente denominado colesterol malo). Se ha demostrado que estas reacciones sólo son eliminadas por la acción de otras moléculas que se oponen a este proceso tóxico en el organismo, los llamados sistemas antioxidantes. Es por ello que el efecto (de los radicales libres) puede limitarse o contrarrestarse a través de antioxidantes como son la Vitamina C y E (neutraliza su acción); el consumo de hierro y de frutas y hortalizas que tienen esa propiedad antioxidante.

En este sentido, sería importante registrar los datos de estrés oxidativo en los individuos de ciertas características, ante estímulos diversos de ejercicio para poder determinar cómo se comportan diferentes poblaciones ante diferentes cargas a nivel celular, para lograr ajustar el ejercicio al fenómeno de la salud, como lo destaca el trabajo realizado por el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular titulado ¨Algunos aspectos sobre el estrés oxidativo, el estado antioxidante y la terapia de suplementación¨, estudio que sirvió de referencia para abordar este tema y que recomiendo al que quiera ampliar la información.




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