En innumerables ocasiones como deportistas hemos leído en artículos o escuchado de  doctores de medicina deportiva y entrenadores, la frase “escucha a tu cuerpo” pero pocos sabemos lo que realmente significa. Nuestro organismo nos envía señales inequívocas cuando algo no está bien. Muchos corredores cometen el error de ignorar estas alertas pensando que ese dolor,  generalmente agudo y focalizado distinto al producido por la actividad física, es pasajero y “se terminará quitando solo”. Otros deciden “tapar” la molestia con la ingesta de analgésicos.

En un deporte como es correr, el impacto en las extremidades inferiores es evidente. Según la Dra. Lilia Nuñez médico fisiatra “Durante un maratón se da un promedio de 38 000 pasos, y con cada paso el cuerpo resiente una carga entre 4 a 8 veces el peso corporal, es decir un promedio de cinco toneladas de peso”. Imaginemos este impacto sumado a  los 1 500 kilómetros anuales que corre un runner promedio según Javier Serrano en su El manual del buen corredor.

¿Cuáles son las afecciones más comunes en el corredor y como identificarlas?

Según datos del IV Estudio CifraSalud Percepción y Hábitos de  los corredores y corredoras españoles (2017) 61,8% de los entrevistados se ha lesionado alguna vez corriendo en el último año.

José Molina  fisioterapeuta y responsable del área de Investigación y Formación en IVRE+, Institut Valencià de Recuperació Esportiva resalta que las gran mayoría de las lesiones de los corredores “forman parte de las lesiones denominadas por sobreuso, es decir, que no son consecuencia de un traumatismo concreto, sino por traumatismos repetitivos o exceso de entrenamiento”. El sobreuso ocurre cuando rebasamos la capacidad de nuestros tejidos para autorrepararse o regenerarse al someterse a cargas excesivas. Estas cargas pueden ser distancia, intensidad o frecuencia la de nuestros entrenamientos.

Las lesiones más frecuentes en el corredor  son las relacionadas con  dolor en el sistema músculo esquelético. Los puntos más débiles son el pie, rodilla, cadera y tobillo, músculos como gemelos, isquiotibiales y cuádriceps, los tendones en especial el de Aquiles, rodilla y tobillos así como los huesos y tejidos nerviosos del pie y la pierna.

Los principales síntomas que presentan las lesiones más comunes y que debemos “escuchar” son:

1.- Rodilla del corredor: Dolor anterior (frontal) de la rodilla  que empeora al subir o bajar escaleras o  al estar mucho tiempo sentado.

2.- Síndrome de la cintilla iliotiobial: Dolor en la parte lateral de la rodilla y se irradia hacia atrás.

3.- Cañeras o shin splits: Dolor en la parte interna de la pierna.

4.- Fascitis plantar: dolor en las fascia del pie especialmente al levantarnos en la mañana.

5.- Tendón de Aquiles: dolor en el talón y a lo largo del tendón al caminar o al correr.

Otros llamados de alerta que debemos escuchar

Además de las lesiones músculo esqueléticas para la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED) es fundamental prestar atención a signos de alerta como fuertes dolores de cabeza, mareos, pérdida de conciencia, palpitaciones, dolor torácico, dificultades para respirar o fatiga ya que correr puede desencadenar problemas cardíacos pre existentes muchas veces desconocidos por el deportista.

Es por esto que los profesionales de la salud relacionados con medicina deportiva  recomiendan realizar una prueba de esfuerzo para corredores  o ergometría en especial en mayores de 40 años. La prueba de esfuerzo debe incluir análisis de  factores de riesgo, ecografía Doppler, electrocardiograma y prueba de gases de manera de valorar el corazón antes del inicio de una rutina deportiva nueva o más exigente. Es alarmante que según datos del Estudio de Percepciones y Hábitos de los corredores españoles antes mencionado, el 75,1% de los entrevistados nunca se ha realizado una prueba de esfuerzo.

Otros aspectos a tomar en cuenta  y que debemos escuchar son: la fatiga (fácil de identificar ante un aumento del promedio de la frecuencia cardíaca en reposo) , irritablidad y falta de sueño síntomas típicos del sobreentrenamiento. Prestemos así mismo atención al color de nuestra orina que podrá señalar la deshidratación.

Ante todo y como conclusión es indispensable al realizar una actividad como el correr prevenir posibles lesiones y en el peor de las casos hasta la muerte realizando medicina preventiva con la prueba de esfuerzo, estiramientos y calentamientos adecuados, planificando las cargas de entrenamiento y escuchando a nuestro cuerpo y sus señales. Si ya sufres de una lesión no evadas la situación y consulta a un especialista en medicina deportiva que sin duda sabrá como ayudarte.



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