De las lesiones en el corredor las tendinitis son de las más comunes ya que la causa principal es el sobreentrenamiento,  gestos repetitivos y en algunos casos esfuerzos bruscos.

La Tendinitis se define como inflamación de un tendón debida, generalmente, a un esfuerzo excesivo. El  sufijo “itis” implica inflamación, sin embargo, en la actualidad se ha modificado la terminología y se le denomina tendinopatía por microtraumatismo y es a a partir de aquí donde aclararemos las diferencias entre ambos términos.

Aunque el témino tendinitis implique una inflamación tendinosa, se ha demostrado que no es así. Lo que se produce es un cambio morfológico en el tendón que no cursa con inflamación del mismo, sino que son las estructuras que lo rodean quienes se inflaman y de ahí su manifestación clínica.

Si  bien es cierto que una de las causas principales es el sobreentrenamiento y el estrés repetitivo ocasionado sobre los tejidos blandos, existen otras causas o factores que pueden contribuir a la aparición de la tendinitis:

Causas Mecánicas:

  • Deformidades de la bóveda plantar ( pies cavos, planos y valgos o varos del retro pie).
  • Desviaciones del eje de los miembros inferiores, valgos y varos de rodilla, lo cual influirá en la alineación del tendón.
  • Algunas deformaciones en la zona de inserción del tendón en el hueso calcáneo.

Causas Extrínsecas:

  • El calzado;  técnica de carrera o gestos deportivos  deficientes o insuficientes.
  • El terreno y frecuencia de entrenamiento en ellos.
  • Otras:  causas metabólicas, alimentación e hidratación y degenerativas como la edad,  desgaste y envejecimiento del tendón.

La Tendinosis en la literatura es definida como término médico utilizado para describir tendones inflamados o irritados que no se curan con el tiempo y comienzan a degenararse. El sufijo “osis” implica degeneración. Es decir, se producen cambios morfológicos e histólogicos en la estructura del colágeno.

Clínicamente cuando se produce un primer evento traumático en el tendón, hay un proceso inflamatorio agudo que cursará con dolor, calor, inflamación y enrojecimiento, en lo cual sustancias reparadoras migrarán al lugar de la lesión. Si este dolor permanece en el tiempo, no se trata y no disminuyen el estrés y la carga en los tejidos, se tornará una lesión crónica donde se modificará la estructura del colágeno. Estos cambios degenerativos que se producen harán que el tendón pierda su capacidad de resistir fuerzas y tensiones, lo cual lo hace vulnerable y propenso a rupturas.

El tratamiento en una primera fase es reposo de la actividad, manejo del dolor e inflamación y aplicación de técnicas de fisioterapia de los tejidos periarticulares que lo requieran.

Sin embargo, cuando se ha tornado crónica amerita tratamientos menos conservadores como las terapias de onda de choque, EPI y en algunos casos intervenciones quirúrgicas. 

La recomendación es que en el primer evento y primera aparición de dolor o molestia, se detenga la actividad física, se aplique hielo y se acuda a un especialista para evaluación y tratamiento. Las lesiones de tendones, una vez que se manifiestan, son lentas en la recuperación ya que estos tejidos poseen poca irrigación sanguínea.

 

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Diccionario Mosby. Medicina , enfermería y ciencias de la salud.



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