Aunque la mayor parte del tiempo, correr es una actividad placentera que tiene un sinfín de beneficios, hay momentos, especialmente durante un maratón o carrera, en los que se puede presentar ciertos problemas de salud.

A continuación te mencionamos los problemas de salud de los corredores más comunes y cómo puedes prevenirlos.

Uñas negras y hemorragias

Se producen por llevar un calzado inapropiado. Cuando es estrecho o corto aprieta los dedos y las uñas y las hace sangrar. Cuando es demasiado ancho o no va correctamente abrochado deja que el pie se deslice y se producen rozaduras y ampollas. En principio, no tiene porque hacerte dejar la prueba, pero debes parar en un puesto médico para que lo valoren y te aconsejen si debes seguir. Pide que te las curen en meta.

Más sobre cómo prevenirlas en: Todo sobre las zapatillas para correr | Soy Maratonista

Ampollas

Las ampollas y otros problemas del pie del corredor se producen también en parte por el calzado o por el tipo de calcetín, generalmente por la fricción entre estos y el pie. Los calcetines deben de ser más bien gruesos, para que amortigüen, acolchen y protejan el pie. Normalmente no pasan de ser una molestia que pueden curarte en cualquier puesto para que puedas seguir. Después de la carrera hay que tener cuidado de que no se infecten.

Ciática

Lejos de ser un problema de personas mayores, como algunos piensan, se trata de la compresión del nervio ciático por la sobrecarga en los glúteos y la espalda. El dolor se concentra en los glúteos y baja por la pierna. Se puede deber a varios factores, pero todos están relacionados con la sobrecarga en la zona de la cadera y una mala postura mantenida al correr. Si no remite al bajar un poco el ritmo seguramente tengas que abandonar. Consulta con el personal médico. Se puede evitar procurando correr erguido y calentando bien antes y haciendo estiramientos después de la carrera.

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Temperatura Corporal

Son varios los síntomas que determinan que nuestro cuerpo se ha sobrecalentado o sufre un golpe de calor. Nauseas, mareos, sudores fríos, piel de gallina, desorientación y pérdida de equilibrio son algunos de los efectos más graves, que pueden degenerar en un colapso. Se produce principalmente por la deshidratación y por el esfuerzo excesivo en ambientes calurosos. Para evitarlo basta con mantenerse bien hidratado, bebiendo aún sin tener sed, y bajando la intensidad si hace falta. Si sueles tener problemas de este tipo presta atención a las sensaciones corporales y para en caso de duda en un puesto sanitario.

Flato

Se trata de una acumulación de gases excesiva, aunque también se ha descrito como un desequilibrio de oxígeno en sangre que provoca dolores en el diafragma. No está relacionado con la ingesta de agua. Evitarlo a priori es difícil, una vez que aparece se puede bajar el ritmo, intentar regular la respiración, o darse un ligero masaje en la zona. Suele desaparecer al dejar de correr. Te recomendamos seguir estos tips para prevenir los flatos al correr.

Hipoglucemia

Es un trastorno caracterizado por la bajada del nivel de glucosa en sangre. Cuando es moderado produce sensación de hambre, taquicardia, dolor de cabeza e hipotermia, pero puede degenerar y complicarse hasta visión borrosa, debilidad, confusión, convulsiones y mareos durante o después de correr. Es imprescindible parar y acudir a un puesto médico. Si dudas, pide ayuda a los profesionales.

Calambres

Son intensos y dolorosos. Pueden darse en cualquier parte del cuerpo, aunque son más comunes en las zonas que se trabajan durante la carrera. Disminuye la velocidad de la carrera e intenta estirar despacio la zona afectada en su movimiento normal. Si persisten o son demasiado fuertes pide ayuda a los fisioterapeutas del maratón.

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Fuente: MarathonCostaRica.com

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