Cada 8 de marzo cuando celebramos el Día Internacional de la Mujer, reconocer los logros de las féminas en todos los ámbitos se convierte en una oportunidad única y necesaria. No ha sido tarea fácil  y, en lo que al deporte se refiere, no han sido sencillos los escollos que han tenido que superar. Enfoquémonos en la época actual.

Si hoy día es común ver a más mujeres saliendo a las calles a correr, a otras destacar y lograr increíbles marcas en las grandes competiciones, es necesario recordar que hace tan sólo 50 años atrás esto era algo poco común, es más, estaba prohibido que las mujeres corrieran la larga distancia del maratón pues la creencia comúnmente aceptada era que los 42.195 kilómetros serían imposible de aguantar por ellas. Sin embargo,  salió una “rebelde” a demostrar que sí era posible y, con su acción, reivindicar sus derechos.

Fue apenas en el año 1967 cuando la joven Kathrine Switzer, de 19 años, se preparó para correr el maratón de Boston. Desde entonces hasta la fecha correr, además de ser un deporte accesible, es una oportunidad de fomentar la inclusión de niñas, jóvenes y mujeres en edad adultas ayudándoles a sentirse empoderadas.

Otras, como la alemana Irina Mikitenko, logró proclamarse vencedora del Maratón de Berlín en el año 2008 con 36 años de edad. El tiempo de 2:19:19 también le supuso su mejor marca personal y la colocó como la 7ª mejor marca del maratón.

Las mujeres corren para conquistar sus propios ambiciones: Para cumplir un sueño, para adelgazar, para mantenerse en forma, superar una enfermedad o prevenirla, tener tiempo para sí misma, reducir el estrés, en fin, demostrar que no hay límites y que es algo que va más allá de competir contra otra corredera o contra un hombre: Es una prueba de superación de sí misma.

En Estados Unidos más de la mitad de la población que corre son mujeres, lo que representa el 59% de los 18,3 millones de participantes en carreras de calle en 2017. De hecho, tanto han mejorado las estadounidenses en este renglón, que el año pasado una ganó el maratón de Boston por primera vez en 33 años.

En España, por su parte, las corredoras de este país representan el 37% del total de aficionados a este deporte. Por tanto, las mujeres tienen cada vez una mayor influencia en el mismo.

La frase: “Tenía mucho miedo y, al ver la prensa, me radicalicé. No me sentí mal por correr el maratón, me sentí maravillosa. En momentos así o abandonas o abrazas tu responsabilidad. Y fue lo que hice”. Kathrine Switzer

 

La mujer corredora o aquella que quiere comenzar a hacerlo como actividad física, cumple entonces múltiples roles y tiene además distintos tipos de necesidades: Algunas son madres que buscan un espacio personal de encuentro consigo mismas y otras personas; otras que buscan socializar, divertirse; otras que simplemente disfrutan de la competitividad, de una carrera. Todas con características y necesidades distintas.

No hay un único perfil de mujer corredora. Partiendo de esas diversas características y necesidades es de  destacar también que existen diferencias biológicas entre hombres y mujeres que tienen incidencia en su manera de correr.

Entre estos factores están las zancadas (un mayor porcentaje de féminas utiliza el talón como primer punto de apoyo en la fase de aterrizaje); mantienen su ritmo durante carreras de larga distancia, lo que las hace buenas corredoras de fondos y maratones; son más flexibles los que le da una mayor libertad de movimiento al correr; tienen una mayor resistencia pues la grasa corporal de la mujer es una ventaja para ellas al correr, pues el cuerpo femenino la usa de manera más eficiente.

Sí, estamos hablando de factores biológicos que diferencia a los hombres y mujeres que corren y, por supuesto, tenía que estar presente el tamaño del corazón. Precisamente, el de la mujer es más pequeño y por esta razón los masculinos son capaces de correr a mayor velocidad  (su corazón es más grande, lo cual permite un bombeo de sangre oxigenada hacia el cuerpo superior); otro factor a destacar es que la mujer es más propensa a lesiones debido a la diferencia de fuerza en pelvis, cadera y core.  En general, tienen isquiotibiales más débiles y  cuadríceps más fuertes, lo que desencadena una técnica de carrera en la que la postura no es del todo correcta, lo que a la larga afecta las rodillas y la pisada.

Las mujeres son diferentes a los hombres, pero a su vez tienen necesidades concretas aunque no aceptan planteamientos de debilidad. Y es que las mujeres runners son fuertes e independientes.

 

El Dato: La ucraniana tatyana Pozdniakova es una atleta de más de 50 años, poseedora del récord del mundo de maratón en esta categoría con un tiempo de 2:31:05. Ella podría figurar en el top 10 de cualquier maratón del mundo con esta marca personal.

Acá compartimos un breve video con el relato de Kathrine Switzer


https://youtu.be/fOGXvBAmTsY

 



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