Es tiempo de competir. Las duras semanas de entrenamiento quedaron atrás y ahora es importante recuperarse bien y convertir tu entrenamiento en resultados. Un factor decisivo para tener éxito es tu estrategia de carrera.

Existen tres estrategias de carrera básicas:

Estrategia de paso de carrera: El inicio esperanzador


Esta táctica se basa en una fase de inicio rápida. Los corredores que siguen el principio de la esperanza normalmente no tienen una idea específica de qué tan rápido pueden correr y no controlan su ritmo con la ayuda de un reloj GPS es decir tiempos divididos. En cambio, se orientan los otros corredores, escuchan su propio cuerpo y sensación y apuntan a algún momento ideal utópico.

Los corredores que aplican esta táctica no son conscientes del hecho de que la mayoría de los competidores suelen comenzar demasiado rápido, especialmente en distancias más largas y que al comienzo de una carrera un ritmo alto a menudo parece relativamente fácil.

Las personas que conscientemente comienzan (demasiado) rápido normalmente hacen esto porque esperan que los buenos tiempos al principio de la ruta puedan motivarlos y que de alguna manera se las arreglen para mantener ese ritmo todo el camino por pura fuerza de voluntad. Sin embargo, la experiencia demuestra que esta es una estrategia muy peligrosa que prácticamente nunca funciona (a menos que hayas elegido un día realmente afortunado).

Esto es lo que normalmente sucede: después de un gran comienzo, correr ya se convierte en tortura antes de que la mitad de la carrera se complete y el ritmo baje lentamente. Además, al sufrir y darse cuenta de que uno no puede seguir el ritmo y que la gente sigue corriendo, la voluntad también se rompe lentamente.

Tipo de corredor: todos los niveles. Personas especialmente inexpertas, ambiciosas o excesivamente motivadas o corredores que sobreestiman sus propias habilidades.

Conclusión: no recomendable.

2.- Estrategia de paso de carrera: Estrategia de relojería

El objetivo de la estrategia del mecanismo de relojería es correr de la manera más regular y precisa posible. Por lo tanto, debe comenzar estrictamente de acuerdo con tu tiempo de finalización previsto (calculado por nuestra plataforma de entrenamiento running.COACH por ejemplo), que debe será un objetivo realista. Controlar tu ritmo con ayuda de dispositivos técnicos (GPS) y tiempos por kilómetros o millas es imprescindible, ya que tu propia sensación puede ser traicionera en los días de competencia.

Dado que los espectadores como la adrenalina pueden tener un efecto euforizante y hacer que te olvides de todas tus buenas resoluciones es muy importante estar siempre consciente del ritmo o paso que llevamos. Correr a un ritmo constante es más fácil en rutas planas que montañosas, ya que hay menos interrupciones del ritmo y es más fácil verificar qué tan constante estamos corriendo.

Sin embargo, debemos estar claros que la ejecución perfecta de un ritmo constante es difícil. Esto se aplica especialmente a los corredores menos experimentados que todavía no pueden estimar sus propias habilidades de manera adecuada. Es realmente difícil elegir una velocidad que uno pueda mantener de manera constante e invariable hasta el final.

Tipo de corredor: perfeccionistas, corredores experimentados, atletas de élite que apuntan a tiempos (en lugar de posiciones)

Conclusión: recomendable, pero exigente.

3.- Estrategia de paso de carrera: La división negativa


La división negativa significa correr la segunda mitad de la carrera más rápido que la primera mitad. Esto requiere un comienzo controlado, más bien defensivo. La dificultad con esta táctica es que tienes que ser capaz de manejar tus propias dudas ("Me siento muy bien, ¿no debería correr más rápido?") y no prestar atención a los competidores  más lentos que comienzan muy rápido.

Aquellos que puedan lidiar con esto obtendrán su recompensa después de unos pocos kilómetros: mientras aún se sienten bien adelantarán a aquellos que comenzaron demasiado rápido. Durante toda la carrera  hasta el final, este corredor solo mira hacia adelante y es capaz de correr constantemente por delante de las personas, una gran ventaja mental. Muchos atletas de élite manejan una división negativa como estrategia.

Tipo de corredor: relajado, autocontrolado, experimentado

Conclusión: muy recomendable pero requiere confianza en ti mismo.

¿Qué implica eso para el entrenamiento al correr?

Es importante aplicar tu táctica preferida incluso durante el entrenamiento. Es decir, especialmente en las sesiones clave (intervalos, carreras largas, ritmo medio), pero también las carreras base debes ejecutar conscientemente con mucha un paso regular (Estrategia de relojería) o correr a un ritmo gradualmente creciente (para los tipos de división negativos).  Aquellos que sean capaces de mantener su ritmo en la segunda mitad o incluso aumentarlo serán recompensados ​​con una mejor sensación de carrera no solo en competiciones sino también en entrenamiento.

¿Cuáles son sus experiencias con diferentes estrategias de ritmo? ¿Qué tipo de corredor eres? Déjanos tus comentarios

Artículo traducido de: Running.COACH



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