En la actualidad, se estima que 1 de cada 100 personas en el mundo padece de la enfermedad celiaca, un trastorno del sistema inmunológico ocasionado por una intolerancia al gluten y que hoy en día se diagnostica con más frecuencia que en el pasado.

Este trastorno afecta la forma en la que el individuo que la padece absorbe los nutrientes de los alimentos que consume, pudiendo llevar a una situación de desnutrición. En las personas que padecen de la enfermedad celiaca, la reacción generada por el cuerpo al consumir cualquier alimento que contenga gluten, daña las vellosidades en el intestino delgado, conocidas como villi, cuya función es precisamente la de absorber los nutrientes de los alimentos.

Hay muchos síntomas asociados con la enfermedad celiaca, así como también puede haber una ausencia de estos, lo que hace que la enfermedad sea difícil de diagnosticar y a la vez obliga a que cada individuo encuentre su propio estilo de vida equilibrado para sobrellevar la enfermedad. Algunos de los síntomas más frecuentes son:

* Fatiga
* Síntomas gastrointestinales
* Pérdida de peso
* Palidez
* Flatulencia
* Borborygmi (estómago ruidoso)
* Náuseas-Vómitos
* Anorexia
* Apetito voraz
* Anemia por deficiencia de hierro
* Deficiencia de vitamina B12
* Déficit de vitamina D
* Hipocalcemia / hipomagnesiemia
* Deficiencia de Vitamina K
* Coetaneous sangrado
* Epitasis (hemorragia nasal)
* Hematuria (orina de color rojo)
* Hemorragia gastrointestinal

Las personas que padecen de la enfermedad celíaca pueden verse afectados al momento de hacer ejercicio, ya que algunos síntomas como la fatiga, el dolor agudo, la pérdida de la densidad ósea y otros síntomas relacionados con la malnutrición, podrían afectar emocionalmente al deportista celiaco.

Algunos estudios han encontrado que en algunos individuos el ejercicio puede empeorar los síntomas de la enfermedad. Por ello resulta importante que si se experimentan síntomas al realizar alguna actividad física, se deberá detener o cambiar el horario o el programa de ejercicios. Por ejemplo, ejercitarse sólo por la mañana, antes del desayuno o realizar actividades de menor impacto como caminar. Una excelente opción de ejercicio si se padece de una baja densidad ósea producto de la enfermedad, es incluír un plan de fortalecimiento con pesas.

Es importante que leer cuidadosamente las etiquetas de todos los alimentos antes de consumirlos. Cuando existan dudas sobre el contenido, lo más seguro es asumir que el producto tiene gluten y descartarlo.

Aunque se están realizando numerosos estudios para desarrollar un tratamiento para la enfermedad celíaca, todavía no se cuentan con medicamentos para su tratamiento ni para su cura, por lo que lo que suele realizar es un cambio en los hábitos alimenticios del individuo en el que se deberá evitar el consumo de ciertos alimentos.

Entre los alimentos a evitar, por su contenido de gluten, están aquellos que contengan harina de trigo, cebada, centeno o cualquier derivado. Sin embargo, también se ha sugerido evitar el consumo de avena ya que, a pesar de que esta no causa ninguna afectación por sí sola, es frecuente que sea fabricada en lugares donde también se producen otras harinas, lo que la hace vulnerable a estar contaminada. Más información sobre los alimentos que pueden contener gluten aquí.

Existen muchas alternativas, en el caso específico de las harinas, que se pueden emplear en la preparación de ciertos alimentos. Se trata de harinas de cereales que no contienen gluten, como la harina de arroz, maíz o de trigo sarraceno, así como la harina de soja, garbanzos, almendra, quinoa, etc.

Artículo recomendado: Dieta sin Gluten, ¿Mejora el rendimiento físico? – SoyMaratonista

 

Foto: Thinkstock.com

Fuentes: Celiacos de México, American Diabetes Association, Celiac Dissease Foundation

via Soy Maratonista http://ift.tt/1Pmcjxi